Texto: Patricia
García Ruiz
Dolores Ibárruri fue diputada del PCE durante la Segunda República española |
Este artículo intenta
responder a la pregunta de si mejoró la situación de la mujer durante la Segunda República.
A principios
de 1930 había un total de 12 millones de mujeres, dentro de los 23
que había en España.
Las
mejoras: mejor nivel social y económico, mayores libertades. Entre
el 31 y el 36 y el 36 y 39. Hasta que estalló la guerra civil.
En este
periodo las mujeres se caracterizaban dentro del modelo demográfico por
la caída del índice de mortalidad y el superávit femenino, otro
índice demográfico el descenso de la natalidad, reproducción,
nupcialidad y el alza de la edad de matrimonio, así les queda más
tiempo para otras actividades.
En este
periodo los hombres se dedicaban al trabajo fuera de casa y ellas, al
hogar; pero fue avanzando la industrialización y este modelo se
rompió. La mujer empezó a trabajar en el sector industrial, aunque
continuó con las tareas domésticas.
En esta
época las leyes posibilitaron cierto aumento de los salarios
femeninos o algún cargo público bien remunerado, antes cerrados
para ellas. Antes estaba arraigado, dentro de las crisis económicas, que
la mujer restaba puestos de trabajo a los hombres. Era una postura de
la iglesia y la derecha. Esgrimiendo razones biológicas, sociales y
económicas. La izquierda y el movimiento feminista fueron quienes defendieron
la igualdad (Asociación de Mujeres Españolas).
Por otra
parte, supuso un aumento del movimiento lingüístico, un mayor nivel
de sindicalización, también estalló entre los trabajadores con
motivo de la implantación del seguro de maternidad. Las huelguistas
lideradas por la Conferencia Nacional del Trabajo se oponían a la
cotización trimestral con que las obreras debían contribuir al
seguro.
Hubo
ciudadanas que tomaron parte en los movimientos insurrecciónales
que acompañaban a las huelgas
obreras, manifestaciones, tumultos. Las manifestaciones tenían una
finalidad importante, un nuevo Orden Social. En enero de 1933, en Casas Viejas, el ataque de las fuerzas públicas provocó
la muerte de dos libertarias. Otra libertaria que tuvo eco en aquel
tiempo fue Esperanza Castejón, que intervino en la proclamación del
comunismo libertario en el pueblo aragonés de Albate. Dentro del
movimiento existía la compañera del militante anarco socialista,
que aunque no interviene directamente en la lucha, constituían un
sostén en el hogar y en situaciones de persecución o
encarcelamiento.
Medidas
legislativas: a favor de la equiparación legal entre las ciudadanas
de los 2 géneros, siendo reivindicado desde años por la izquierda
y el feminismo. Se consagra en la Constitución del 31, un conjunto de
artículos en los que se establece la equiparación política, jurídica y social,
dentro y fuera del matrimonio. Uno de los artículos se puso en
práctica fue el art. 53, donde se indica que los mayores de 23 años,
hombres y mujeres, serían elegibles para el cargo de diputados. Un
paso primordial para que las mujeres pudieran construir leyes.
Consiguieron
entrar en la elaboración de la Constitución republicana.
El decreto
del 8 de mayo del 31 les declaraban elegibles para formar parte de las Cortes constituyentes. Entre las cuales destacan Clara Campoamor,
Victoria Kent, Margarita Nelken, Francisca Bohigas y Dolores Ibarruri.
Art. 36
igualdad de derechos electorales.
Hubo
españolas que ocuparon altos cargos: Victoria Kent, directora de
prisiones; Clara
Campoamor, directora de Beneficencia, Asistencia Social; otras
mujeres estuvieron en consejos nacionales de sanidad y asistencia pública o fueron delegadas del
gobierno y creció el número de alcaldesas y concejalas tras las
elecciones de 23 de abril de 1933. Fue cuando las ciudadanas se
afiliaron a los partidos. Otro art., el 40, permitió el acceso al empleo (cargo
público) según mente y capacidad, se permitió opositar a notarías,
registradoras y secretarias de juzgados.
Equiparación
de los cónyuges dentro del matrimonio. Pudieron ser tutoras de
menores e incapacitados, testigos en los testamentos, miembros de
los juicios y ejercer la patria potestad. Sobre los
menores, se suprimió la diferencia de pena en casos de parricidio por
honor. Se elaboraron leyes de matrimonio civil y divorcio y la libre disposición de sus
bienes. Se suprimió la incapacidad civil de la
mujer casada.
Hubo un
aumento de la alfabetización. Queda mucho por escribir; pero la Segunda República mejoró claramente la situación de la mujer. Sobre todo si se
compara la época anterior y posterior.
Bibliografía:
Mª Gloria Núñez Pérez. (catedrática de Historia).
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