"Los machistas suelen ser despojos sin nada en la cabeza". |
El panorama musical ha sido siempre un reflejo de los tiempos, las sociedades y las clases sociales. Una muestra negativa que ha reflejado la incultura a rasgos generales de los últimos tiempos es el machismo de las canciones. Machismo que se muestra de forma manifiesta o latente. Se encuentra con frecuencia y motivos evidentes el machismo en géneros musicales como el flamenco, el rock, el blues, el hip hop y el reggaeton. Pero en la escena ‘indie’ también abunda el sexismo que rara vez se visibiliza.
Hay personas que se han dedicado al machismo de forma reiterada o haciendo
casi una columna vertebral de sus publicaciones el mismo. Ejemplos tan lamentables pueden ser:
Emilio «El Moro», un humorista chabacano de los años 60 y 70, en cuyas parodias hay de forma más que repetida menciones de machismo en altísimo grado a la suegra, la mujer, o incluso los animales.
o [“Te quiero (I love you, you love me)] «te quiero pegar cien golpes en la
mollera […] no necesito otra vara […] qué dicha, la dicha de ahogarte y ser indultado». La misoginia corre a raudales.
El Payo Juan Manuel: otro personaje grosero, chabacano y asquerosamente machista, autor de cosas como «niña, no te modernices», que no pienso reproducir aquí.
Manolo Escobar: entre lo carpetovetónico, lo cañí y lo machista. «no me gusta
que a los toros te pongas la minifalda»
Julio Iglesias, un ejemplo de marca España. El español que más discos ha vendido fuera de nuestras fronteras, Los géneros musicales permiten comprobar una presencia del machismo en todos los géneros. Como puede ser interminable, aquí van algunos ejemplos según los géneros.
Flamenco: Previamente a repasar algunas letras lamentables, hay que señalar que durante el franquismo se hizo una división casi férrea que pocas personas fueron capaces de traspasar. Hubo una división de géneros, pues los hombres habían de dedicarse al flamenco y las mujeres a la copla. Pocas fueron las mujeres que pudieron despuntar en el flamenco. Incluso alguna ya lo había hecho en tiempos de la República, como fue el caso de la Niña de los Peines, mujer de Pepe Pinto a quien ahora analizaremos. Sin embargo, si había algo peor visto aún eran hombres cantando coplas.
Para abundar más en esta materia, se puede leer este artículo:
http://elpais.com/diario/2007/04/21/andalucia/1177107742_850215.html [El machismo
del cante jondo]
Pepe Pinto – «Mi trigo limpio». – Según la BDH (Biblioteca Digital Hispánica) la grabación data del año 1950, aunque con posterioridad se reeditó en repetidas ocasiones. Un ejemplo paradigmático del flamenco. «Cámbiate de ropa, si es un instante […] ponte el de cuello cerrao que te está de maravilla y que te llega dos cuartas por debajo de la rodilla […] Te quiero guapa y sencilla como yo te conocí, no tienes que engalanarte pa’ nadie más que pa’ mí. Ni tú eres mujer moderna ni quiero que lo aparentes, que yo te prefiero antigua y oliendo a mujer decente». Un ejemplo de cosificación a la antigua.
Canalejas de Puerto Real «Con mi jaca atalajá», Con recitado de Luis Pruneda, entre lo declamado y lo cantado suelta cosas así: «Que conste que no me las doy de guapo, pero un hombre como yo donde quiera pasa el rato. […] Al paño fino en la tienda una mancha le cayó, y al poco tiempo aquel paño a bajo precio se vendió».
Dolores Abril y Juanito Valderrama «Peleas en broma» Mientras Dolores se dedicaba a meterse estrofa tras estrofa con su virilidad, Juanito Valderrama iba más allá «No es hombre ni bien nacío el que ofende a una mujer, si no le da su querer, y luego la tira al río con una piedra en los pies […] Ni pegarle a la mujer ni aunque sea mala, no reñirle ni pegarle, cogerla por el pescuezo, con mucha fuerza apretarle, se quita del mundo un hueso». Supuestamente quedaba todo en una broma que reconoce al final de la canción. Pero la grabación queda para la posteridad.
Pop Español:
Trigo Limpio: «Rómpeme, mátame». Una composición de Juan Carlos Calderón que resulta lamentable de comienzo a fin. Un ejemplo de sumisión en la que la mujer prefiere que la maten a que la abandonen. «Tus ojos ya no me miran, son tus labios dos mentiras; tu lengua, insulto y caricia, pero así me siento viva. Prefiero ser pura sangre y que me tires de las bridas que una muñeca de jade, un adorno en tu vitrina. Por eso rómpeme, mátame, pero no me ignores, no, mi vida: prefiero que tú me mates que morirme cada día. Tus manos son dos cadenas, mi placer y mi agonía: con una me das cariño, con la otra me dominas. Prefiero sentir la espuela que me hincas cada día a ser la flor que en un vaso olvidaste en una esquina».
Sara Montiel, Maruja Garrido: «Es mi hombre» «en cuanto le vi yo me dije para mí, es mi hombre. Sólo vivo por él mientras quiera serme fiel, ese hombre. No puedo pasar una noche sin pensar en mi hombre.»«Si me pega me da igual»
Rock:
Loquillo y los Trogloditas – la matré: uh por favor, sólo quiero matarla a punta de navaja, matándola una vez más
Los Ronaldos – Sí, sí – y no sé lo que va a pasar, tendrtía que besarte, desnunarte, pegarte y luego violarte hasta que digas sí.
Tango:
Carlos Gardel: Tomo y obligo.
Ranchera:
José Alfredo Jiménez: la media vuelta.
HipHop:
Porta: «Las niñas de hoy en día». Una bazofia humana que comienza diciendo – y no transcribo todo porque resulta demasiado hiriente» Vaya, mira que pinta ¿Eres una niña muy guarra verdad? Si si, tu lo que quieres es que te den, eso es lo que buscas. Eres una coqueta y una guarra Te mueres de ganas y no te importa quien te lo de porque no tienes dignidad, ¿y eso te pone verdad?
Música ‘indie’: nada de particular.
Un videoclip por el que desfilan tetas (Bombay, de El Guincho). Un festival que regala entradas a quien se imagine cubriendo de leche a alguien (Monkey Week), música que hacen fotos de promoción en paños menores (Annie B. Sweet) parece que elecciones eséticas que en la mayoría de los ámbitos culturales serían descartadas por sexistas tienen cabida en la escena musical independiente al género Indie se le suele atribuir valores asocialdos tradicionalmente con lo femenino: dulzura, sensibilidad, debilidad… que reflejan una sensibilidad distinta a la que retrata el hiphop, el reggaeton y otros géneros recurrentes tachados de machistas. No por eso se relaciona como más igualitario entre hombre y mujer. Los planetas, grupo Indie de los ’90 tiene letras dedicadas al despecho amoroso hacia mujeres ‘crueles’ que producen dolor y merecen recibirlos.
Francisco Nixon abunda en canciones de amar a chicas guapas (no suelen tener ninguna otra cualidad). Anntona, un incapaz de aceptar el rechazo: «era una gilipollas y además bastante fea, aún así le pedí el teléfono, para que veas (…) la tía puta ni siquiera quiso». Como resume Elena Cabrera: «el indie es un imaginario masculino donde los hombres cantan sobre qué es ser un hombre joven en los ‘90 y los conflictos propios de hacerse mayor en el siglo XXI».
(1) - El aspecto de la música "indie" es un extracto del artículo "machismo gafapasta", que se puede consultar aquí: https://www.diagonalperiodico.net/culturas/machismo-gafasta.html. El resto del artículo es elaboración propia.
Autoría: Patricia García Ruiz y Jorge Pérez Herrera
Autoría: Patricia García Ruiz y Jorge Pérez Herrera