domingo, 7 de septiembre de 2014

EL PAPEL DE LA MUJER EN LOS CUENTOS INFANTILES


 
Texto: Mirella Giglio Busetto


Blancanieves y su madrastra, dos estereotipos de los cuentos infantiles
 Todas hemos oído en nuestra infancia, y seguramente hemos contado también luego, cuentos infantiles; los clásicos, los cuentos de Charles Perrault, de los hermanos Grimm, de Hans Christian Andersen. Y seguro que también hemos visto sus adaptaciones cinematográficas de la mano de Walt Disney. Nos hemos conmovido con las dificultades de Cenicienta, de Blancanieves, o de Bella, hemos reído y hemos disfrutado de su final feliz. Pero si nos paramos a analizar el papel de la mujer en esos cuentos, creo que la emoción más común será la indignación o la rabia.

Nadie pretende que en un cuento infantil los personajes tengan profundidad o matices. Están hechos para entretener, para enseñar valores, para preparar a la niña y al niño a su vida en sociedad. Y es precisamente por eso que si queremos leer a nuestras peques unos cuentos tradicionales, será mejor que lo hagamos de forma crítica y preparándolas para luchar contra estereotipos que, si eran “normales” en la sociedad atrasada y patriarcal de los siglos XVII, XVIII y XIX, son intolerables en una sociedad moderna en la que la mujer reivindica su espacio como sujeto activo, libre e independiente.

Vamos a recordar, por ejemplo a la más clásica y popular: Blancanieves. Es bella, y cómo no, provoca envidia. Porque las mujeres, en los cuentos infantiles, o son sumisas o son perversas. Huyendo de la pérfida madrastra (ahí también: las madrastras siempre son perversas), es acogida por los siete enanitos. Y aquí viene lo mejor: para pagar su hospitalidad, se ve normal que se convierta en su criada a tiempo completo: cocina, limpia, lava...Pero no es solo eso. Es que la pobre, dicen en el cuento, no piensa mal de nadie. Hoy diríamos que es tonta de remate. Pase la primera vez que intentan matarla, pero que siga confiando después, a pesar de las advertencias de sus protectores enanitos, ya tiene delito. Y naturalmente, su ingenuidad, sometimiento y belleza tendrán premio: el indispensable príncipe la ve, y ni muerta ni nada, se enamora de ella y se la lleva. Mensaje: sé buena, obediente, sumisa, inocente, aguanta todas las barbaridades que te hagan y tendrás premio. ¿De veras queremos trasladar este mensaje a las futuras generaciones de mujeres?

Este es en general el papel de la mujer en los cuentos infantiles tradicionales: sumisa, ingenua a veces hasta la estupidez; incapaz de defenderse de los malos tratos y de los abusos; siempre a la espera de algún héroe que la salve de un destino cruel, sea príncipe, minero o leñador (aunque el “premio gordo” se lo suele llevar el príncipe, ya que nunca esas heroinas se enamoran de los leñadores ni de los mineros); siempre dispuesta a seguir al primer príncipe que se quiera casar con ella. Además, dan a entender que el fin último de una mujer es encontrar a un hombre que la quiera, que la proteja y que se case con ella. No hay otro destino para ella, no hay otra posibilidad de realización personal.

Obviamente las condiciones hoy en día son diferentes, pero el mensaje que lanzan estos cuentos puede ser igual de dañino para la educación de las nuevas generaciones. Y aunque hay modernos cuentos infantiles que transmiten diferentes valores, es recomendable por parte de unas personas adultas preocupadas por la educación de las nuevas generaciones una gran atención a la hora de escoger y leer cuentos, ya que en la onda de patriarcado neoliberal que asola nuestros países,se ha dado el caso incluso de una editorial (española) que ha publicado una colección de cuentos infantiles “para niños” y “para niñas”, con sus respectivas cubiertas rosa y azules. Todo un hito en reproducción de estereotipos machistas.

Puede que encontremos, buscando y rebuscando, cuentos infantiles libres de estereotipos y valores patriarcales, pero si no, siempre nos quedará la alternativa de revisitarlo con nuestras pequeñas oyentes desde una perspectiva crítica, feminista. ¿Qué harías si una malvada madrastra te maltratara? ¿Seguirías cantándole a los pajarillos y sometiéndote o defenderías tus derechos? ¿Estás segura que querrías ser reina, o no preferirías a lo mejor ser astronauta o médico?¿Y qué te parecería el baile en el que el príncipe escoge su futura mujer? ¿Qué pasar si el príncipe es antipático? ¿Y por qué debe ser él el que escoge? No te sientes tratada como un animal en una feria de ganado? Provoquemos la reflexión y la imaginación para discutir esos odiosos estereotipos, que por otra parte se reflejan en ciertos programas de televisión muy populares y muy “modernos” que, con su difusión, pueden echar por alto decenios de lucha feminista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por tus aportaciones.
Los comentarios son moderados por las administradoras de la página. En breve, valoraremos tu comentario con el objetivo de su inclusión.
Saludos.