EDITORIAL

Navidades de 1917-1918. Imagen del Consejo de Comisarios/as del Pueblo (equivalente al Consejo de Ministros) de la Rusia revolucionaria, con Lenin en el centro de la imagen. Justo sentada al lado de Lenin, se ve a Aleksandra Kollontái, que desempeñó el cargo de comisaria del pueblo (equivalente a ministra) para la Asistencia Pública.

 

Primer número del boletín Aleksandra Kollontai, editado por el Área de la Mujer de la Asamblea Municipal de IZQUIERDA UNIDA - LOS VERDES - CONVOCATORIA POR ANDALUCÍA (IULVCA) de Vélez-Málaga

 
Texto: Mirella Giglio

Desde hace unos años, asistimos a un ataque sin precedentes a unas conquistas sociales que habían costado años de luchas y sacrificios. Para las mujeres, que siempre hemos ido a la cabeza en las luchas y a la cola en las conquistas, el ataque es más violento todavía. El paro golpea con más virulencia a las mujeres; los recortes en dependencia y en sanidad nos empujan más y más a volver al rol de cuidadoras que con tantas luchas habíamos abandonado; los recortes en educación cercenan nuestras esperanzas de futuro;el terrorismo machista sigue asesinando y golpeando mientras se recorta en apoyo a las mujeres maltratadas y el extremismo patriarcal y nacionalcatólico de un ministro pretende gobernar sobre y contra nuestros cuerpos, negándonos el derecho a decidir sobre nuestra maternidad y nuestra vida.

Por otro lado, también tenemos que luchar contra una tendencia a considerar el feminismo como algo ya pasado, trasnochado, inútil, o peor, negativo. Como si ya hubiéramos alcanzado la plena igualdad, como si no tuviéramos que luchar cada día contra una sociedad que sigue siendo patriarcal y machista; como si se nos reconocieran de verdad nuestros derechos; como si el lenguaje no nos castigara; como si la publicidad no nos ofendiera considerándonos como objetos, como cuerpos sin cabeza; como si no nos quisieran imponer modelos de “belleza” y “éxito” absurdos, imposibles y denigrantes.

Pero eso no es todo. La lucha del machismo patriarcal para mantener el status quo no se queda en aspectos tan evidentes, sino que adopta formas igualmente violentas pero más sutiles: los micromachismos que Luis Bonino clasifica en 4 tipos diferentes: utilitarios, encubiertos, de crisis y coercitivos. Es importante que se identifiquen y que aprendamos a luchar contra ellos porque forman parte de nuestra vida cotidiana, son comportamientos a menudo sutiles, casi invisibles, pero no por eso menos violentos y peligrosos.

Estas múltiples formas que asume el machismo patriarcal no deben sin embargo hacernos olvidar cuál es marco y el origen de todo esto, que no es otra cosa que el modelo capitalista de sociedad, que necesita explotar y marginar a extensas capas de la sociedad para perpetuar y ampliar los privilegios de una minoría.

Y esto nos lleva a nuestra lucha en el Área Mujer de Izquierda Unida. Somos militantes de una fuerza política que lleva la defensa de la igualdad en sus estatutos y su programa, lo que no impide que sus miembros puedan caer en la trampa de la cultura patriarcal que ha impregnado nuestra sociedad durante milenios. Por eso consideramos importante e incluso urgente, como militantes de una fuerza política feminista, antipatriarcal y anticapitalista, que quiere transformar la sociedad, formarnos para que nuestra lucha sea más efectiva y nos empodere para contribuir a cambiar las bases de nuestra sociedad.

Este boletín que va a empezar su andadura con este número, tiene el ambicioso objetivo de ayudarnos a formarnos e informar acerca de la historia y del presente del feminismo, y a la vez permitirnos comunicar a las personas que quieran leernos todas las actividades que ponga en marcha el Área Mujer de Izquierda Unida no solo en Vélez-Málaga, sino también a nivel comarcal, así como otras actividades que nuestra Organización realice. El camino es largo y los retos son enormes, pero nos asiste la razón para seguir nuestra lucha hasta vencer.